lunes, enero 29, 2007

You Die Young, You Stay Pretty

Cobain fumaba un cigarrillo mientras la Dalina Mónica le hablaba. Venían discutiendo sobre quién habría sido más famoso, más deseado, más odiado. “Todos dicen que me maté, pero en realidad me mataron…”. El cigarro de Cobain cayó al suelo aún prendido, sus ojos atónitos. Mónica lo miraba con la boca abierta y se desmayó. Había llegado. No había duda: Era él, Senna.

Cuando volvió en sí, se echó a llorar. Ayrton le preguntó dulcemente en portugués: ¿Por qué esa saudade?



(1994)