lunes, junio 02, 2008

El Silencio de la Luz


Se estrelló en una Catedral
Al levantarse escuchó gotear el techo
Entró alguien en el Patio
Botó unas botellas
Cerró un cajón
Se habló a si mismo

Tomo un vaso, lo lleno de agua
Puso agua en la tetera
Azotó sus sandalias
Se arropó y cogió fósforos

Entonces alguien prendió la guitarra
Ya está hirviendo el agua
1,2,3,4 fósforos, sendas velas
¿Quién dejó la pianola prendida?

Azotan niños o me parece
O es un carrusel oriental
Escuché mis palabras:
No hay nada a que temer.

Sacó la botella del freezer
y dejó de cantar
Casi se atora con el agua
Echó sus pildoras al caño
Se frotó las manos
y empezó a tomarlas una por una
mientras se desangraba la baba.

Se miró en su recuerdo
allá en las andanzas
y soñó con su infancia
Se sonrió y cogió el teléfono
abrió una cartuchera
y encontró una bala.

Se avecina la lluvia
ya crecerán las olas
ya bailarán las tablas
surcarán paralelas al viajar de alas.

Uno por uno
irán saliendo
del cascarón

Se lavó la cara
mientras freía las papas
No pensé que tan pronto
se me iba a hacer tan tarde

Esas voces de la rampa
de las gradas, de los pisos
de las barras;
en casa no haré colas.

Baile tantos valses
fui a tantos desfiles
toqué en tantas bandas

Reventamos petardos
estallamos carcajadas
tronamos vasos
y al suelo dimos con nuestras almas
heridos de guerra somos
Extraño el Silencio de la Luz

El agua corría por el caño
y volvi a encontrar
aquel perro muerto
que tuve antes.


(1996)