domingo, marzo 19, 2006

Hijo Maldito Hijo Bendito

La vida no pasa por las huevas. Los días no pasan por las huevas y las noches no pasan por las huevas. El corazón se fortalece y el ánimo se tiempla. Las alegrías son escasas y las tristezas ya no entristecen. Sólo se te endurece el corazón y ves que las gentes no son como tú piensas. Los amigos, son comediantes de sentido para que tu vida adquiera una filosofía coherente. Los compañeros de trabajo seres amarrados a sus chambas y a sus propias costumbres. Lunes a viernes metido en una oficina desarrollándote profesionalmente para que el día que te boten digas bueno me desarrolle, me gratificaron, compré mi TV y tuve con qué mantener a mi familia. Bueno el resto del tiempo es vacaciones y se usa para descansar, ociocear, huevear, y pensar en lo que nos falta. Salir, hacer deporte, acampar, estar con la pareja, los hijos, bueno alucinar en que nunca se tendrá que volver a trabajar. Las mujeres, heroínas de los 90’s, tambien hueveras, cazadoras de sexo y de puestas de sol.

Somos todos unos paganos, Dios para qué preguntar ya por Dios, lo han archivado, se burlan de El. No todos afortunadamente. Lo importante es divertirse y producir en la chamba. Vivir mismo spot de TV de chelas o de desodorante o de Centro Comercial. La vida, maestra, te separa de tus patas, de tu casa, de tu barrio, de tu ciudad, de tu ambiente y tus juergas y de tu anonimato ciudadano y te trae a un pueblito de mierda clavado en el océano pacífico y ya. Eres otro, en otra cultura, un exiliado. Te ataca la maldad, la soledad, los vicios, toda la lujuria permisiva, todo el ataque demoniaco y tratas de vivir en un altar aferrado a tu Biblia orando por aquellos que algún día te ofendieron y tú nunca piensas en ti, siempre dando la otra mejilla, hipócritamente. Coraje es lo que te piden, y temple como la espada que algún día llevaste al pecho. Desierto, vives en el desierto y eso eres una lagartija, un lagarto, un dragón. Un exiliado. Estás solo. Papá, mamá, están lejos a 20 horas de viaje por tierra. Tus hermanos esparcidos por el mundo en todo el mundo. Eres un hombre que tiene casi 30 años. 30 años. 30 años y actúas a veces como un niño, infantil, inmaduro y colegial, un imbécil, imberbe, anticuado y temeroso, toma aire y vuelve a tomar e infla tu pecho. Agradece a la vida, al dios de tu corazón que aun puedes sobrevivir, con ropa humilde y corazón contento. Siente tu cabeza surgir como un fénix entre las cenizas porque esta vida te dará muchas más pateaduras, asno de mierda. Te hará sufrir más que ahora y no podrás matarte porque no podrás morir antes que tu madre. Vicios, noches en vela y alcohol te tentarán para que dejes todo, no distinguirás el bien del mal. Levanta la cabeza, Hombre, Hijo de la Tierra, de las entrañas de tu Padre. Hijo Maldito Hijo Bendito.


(1996)