miércoles, mayo 24, 2006

Cultura Ambulante (Por madujoint)


Seres nómades de pies cansados y suelas gastadas, que, apenas encuentran una esquina muy concurrida, tienden sobre la gris acera su plástico azul desteñido, ofrecen sus productos, y se vuelven rápidamente en seres sedentarios con sus caras más tristes y alargadas. Otros, continúan nomás con su lata. Adoran al sol, como a todo un verdadero dios en antiguos días, y le sacan lustre para ver si es bueno o falsificado.

La base de su economía es el hambre y el floro al bobo su recurso más barato. Sus orígenes se remontan al antiguo píe plano recolector de Pacaicasa (antes de Xto.) y al parchero de los suyos, que ofrecía chakiras y hojas de coca al lado de los Caminos Inka. Su progresivo alzamiento poblacional se ve mermado desde Odría (años ’50) más o menos, pero con Alán (y las superinflaciones) y Fujimori (y los paquetazos) el estampido se vuelve más que intolerante, pero sí sospechado. Con Toledo más bien la gente prefiere fugarse del país. Y esto continúa y continuará…

Su religión es la ganancia y sus sombras la única esperanza. Se persignan a la primera venta y caserito, caserita, enamoran a todos sus clientes, linda, príncipe, campeón, así nos mienten. Se los halla por todos lados y todo tienen, todo venden, todo ofrecen. Son varios y hay montones, muchos, demasiados, andando o sentaditos, tristes, reservados, esperando nomás pasar sus tiempos, los tiempos…

(Madujoint. Lima, Perú)

martes, mayo 23, 2006

Cultura TechnoCumbia


Música novoandina con sintetizadores y foquitos de neón, chiclosa y hasta empachadoramente repetitiva. Llama al baile y a la chupeta. Sus letras van desde letanías a lo me emborracho por tu amor, me emborracho hasta las estremecedoramente insondables a lo pasito dundún, pasito dundun o modas como el siki siki sa sasá.

En todas las fiestas del Perú se la baila y se la goza. Se la escucha desde los parlantes de cualquier residencia en las Casuarinas hasta en la radito a pilas de alguna choza en los Uros. Todas las emisoras programan sus hits de moda, y hasta han surgido cadenas re radio especializadas, donde los disyokeys gritan a voz en cuello y regalan discos y entradas a las movidas de los sábados.

Los artistas son grandes celebridades por quince minutos o lo que puede durar su canción. Cada canción viene con su coreografía y primera página de periodicucho de chismes y jergones. Como fondo musical en foto, con muertito y un gran potazo al lado.

(Colaboración de Madujoint)

jueves, mayo 18, 2006

Cultura Pollada (aC /dC)


Una presa de pollo a la parrilla, papas, un puñado de ensalada y, de salsas, ají y mayonesa en bolsitas separadas; el tenedor de plástico envuelto en una servilleta. La música en parranda estalla por los parlantes y las cervezas desfilan por las desesperadas gargantas. La gente baila, sudorosa, con anchísimas sonrisas y muchos dientes perdidos, se vacilan y empinan y empinan el codo y el humo, como dragones, chupan sus fallitos. La donación cuesta seis soles, porque tarjeta aceptada es tarjeta pagada.

El día siempre es sábado, día de desfogue y de mostrar las reales sugerencias. La acepción también ha sabido mudar culinariamente de cocinas para congraciar a los paladares más singulares, por eso se saborean también cevichadas, frejoladas, cuyadas, chicharronadas, tamaladas y todo lo que pueda llevar como sufijo ada y, por supuesto, soportar el estómago. El fondo siempre también es pro-algo: pro-salud, pro-no hay chamba, pro- necesito plata ya. La gente se vacila, chupa, baila, suda, ríe, un toquecito del fallo, humo, se carcajea, chupa, mira mal, chupa, baila y se vacila: Dionisio Baco en el Zapallal, con música en onda del ande, guatón, ebrio y achorado; zampados todos, trampeando.

Sin cambios muchos en dos mil años, antes era con chicha de jora y con pachamanca como pago a la Mama Pacha, ahora no es otro que un negocio más para sobrevivir. Pero para barajarla con mejor terminología se le suele llamar también actividad, como el acto en el que se ofrece la mano extendida (con cerveza y juergón) para solicitar ayuda y acto en el que se gasta y se chupa para ser solidario y demostrar afecto. Mientras, las horas en la noche se consumen hasta aceptar a la mañana. Los perros salen a olfatear los huesos y las tías preparan el aguadito.

(Colaboración de Madujoint)

martes, mayo 16, 2006

El Señor de los Recuerdos


Cuando me encuentro ante una hoja de papel me invade una irresistible ganas de escribir. Debe ser porque la mayor parte del tiempo estoy encerrado. Trabajo en un archivo de video, videoteca, cementerio de imagenes, banco de cintas, o como quiera llamársele o considerársele.

Cada vez que viene alguien a preguntarme por una cinta, es como si aprendiera a ver. Cuando escucho los sonidos que provienen de la calle, imagenes se abren en mi mente: carcajadas, ruidos del motor de una moto, el rastrillar de un fusil, el clic-clac de las editoras, el aspa del ventilador, el murmullo que hacen mis zapatos cuando sigo el ritmo de los crushed test dummies sobre la alfobra.

Un archivo no tiene por que ser aburrido. Una radio, bidón de San Luis, una computadora y mucha paciencia. Me faltan dos años para terminar la Universidad: cuando ingresé, mi viejo me pagaba la boleta "tú preocúpate sólo de estudiar" me decía. Yo tenía que sobrevivir en Lima con 100 lucas al mes, pasajes incluídos. En esa época para abordar la 13A (ex-preferencial o Icarus) era una odisea. Ese dragón chino con ruedas, sí que era el rey de Javier Prado y Toda La Marina. No había esos cardúmenes de combis asesinas, ni chantones, ni cobradores gritadores que nunca dan boleto.

Después llegó el Chino con su Fujishock y casi me desembarca de la U. como lo hizo Alan con su paquetazo. Año y medio en las calles, sobreviviendo. Luego, las medias becas compesaban mis esfuerzos y así podía ir mita-mita con mi viejo. Hasta que conseguí esta chamba y mi pasaje rápido a la adultez más precoz.

Conociendo a las estrellas en vivo y en directo, aprendiendo a ver el mundo desde el satélite. Así es, es como trabajar en una estación georbital. Una vez que entras aquí te olvidas del Mundo y entras al mundo de la Prensa: del noticiero. Hacer un noticiero se hace a mano. Los más "ricos" son los que tienen un muertito o un editorial del carajo, que se tumbe partidos o políticos bocones. En esta estación georbital, se reciben llamadas de auxilio como en una Emergencia o en una comisaría. Salen las naves caza a investigar con dos marcianos:un reportero y un cámara.

Reportero: dícese del sujeto que por antonomasia pregunta. Cámara: dícese del sujeto que no puede trabajar sin ésta (y viceversa).

El micrófono es una oreja, la cámara un ojo (suficiente). El KCT es la memoria o bitácora.Se podría decir que dentro hay un geniecillo que va a ser vestido en la edición.

Me parece sorprendente que el verbo inglés "record" (grabar) coincida con recordar en español. Ya que despues de grabar, se archiva y queda de "recuerdo". Yo soy entonces el Señor de los Recuerdos. Administro a esos genios con voz propia, vestidos de realidad cotidiana, historia, sabiduría. Voz propia pero electrónica. Versiones tecnológicas del devenir.


(1994)

jueves, mayo 11, 2006

Bob Marley por Siempre

"Las eternas vibraciones de un rasta"
( por Raúl Cachay A. tomado de El Comercio en internet)

ÍCONO. Robert Nesta Marley nació el 6 de febrero de 1945 en Rohden Hall, Jamaica. En 1964 fundó la legendaria banda The Wailers. (AP)

Bob Marley es el emblema absoluto de la cultura jamaiquina y la religión rastafari. Murió hace 25 años en un hospital de Miami, como consecuencia de un tumor cerebral, a la edad de 36 años. Hoy recordamos a este músico fundacional y a su vivo legado.


"Bob Marley siempre corrió por las márgenes, abrazando los extremos, y creó algo único. Un amor. Lo quiso todo al mismo tiempo. Profeta. Alma rebelde. Hombre rasta. Hombre de hierbas. Hombre salvaje. Hombre natural, místico. Hombre de mujeres. Hombre de la isla. Hombre de familia. Hombre de Rita. Hombre del fútbol. Hombre del espectáculo. Chamán. Humano. ¡Jamaiquino!". Verborreico y conmovido, Bono, el cantante de la banda irlandesa U2, concluyó así el discurso de inclusión en el Salón de la Fama del Rock and Roll de Bob Marley. Y con esas mismas palabras queremos recordar a ese músico fundacional, icónico, inolvidable: hoy se cumplen 25 años de su muerte.


Es curiosa la manera en que su figura se ha ido transformando con el correr de los años. Como aquella imagen clásica del Che Guevara, que hoy parece haber perdido todo contenido revolucionario para adornar prendas de vestir 'prêt-à-porter', la figura de Marley suele ser asociada con un espíritu de escapismo y laxitud propio del consumo de ciertas sustancias y con las prácticas de ciertos deportes acuáticos que poco tienen relación con las luchas y las inquietudes que él mismo supo liderar con su música insurrecta y flamígera.

Si decidiéramos abstraernos durante un momento de la cadencia siempre contagiosa del reggae y reparáramos en las letras de sus canciones, encontraríamos cosas como: "Mientras siga habiendo personas que lo tienen todo y otras que no tienen nada, mientras una raza se sienta superior a las otras, habrá guerra en este mundo. Sus barrigas están llenas, pero nosotros tenemos hambre" (de "War", un tema inspirado en un famoso discurso pronunciado en 1963 por el emperador etíope Haile Selassie, adorado por los practicantes del rastafarismo como la reencarnación de Dios).

Bob Marley murió en un hospital de Miami, a los 36 años, de un tumor cerebral. Su legado, no obstante, es eterno. ¡Rastafari!


N.E.: Siempre estarás con nosotros, Bob!

El perro chusco




El perro tercermundista es, por antonomasia, el perro chusco. El perro chusco es el perro que quiere ser pero nunca llega a nada, es la mezcla de otros en polvos aguantados de los propios amores perros. Es el perro que más se muere de hambre. Es el perro que se lo halla oliscando por ahí en los mercados, en los basurales y en las carretillas de menú ambulantes.

Es el perro más arrecho, olfatea puras perras, lame sus cositas, y se las clava con apuros de reprimido; luego se queda pegado, sexo contra sexo, y con los hocicos más avergonzados. Es el perro que mientras más golpes, patadas, piedras, le arrojan, más se apega a uno. Es el perro más fiel, compañía de locos y pastrulos.

Es el perro más humilde, casi cohibidito. Es el perro con la mirada más triste y transparente. Es el perro con el pelaje más rudo, tosco y pulgoso. Mea levantando una pata junto a cualquier árbol o en algún neumático recién lavado. Caga en cualquier parte, sentado en sus cuatro patas y con cara de compungido.

Es el perro más solitario y recursero. No anda en manada más que por perseguir el olor de una perra. Es el perro clásico de barrio, y, por consiguiente, es el perro más barrio. Ladra, ladra, pero no muerde. Es el perro más cobarde, que, cuando aparece uno más fiero, su ladrido se le engalla y se va corriendo con el rabo entre las piernas. Duerme en cualquier parte. Es el perro que sobrevive por estos lares, perezosísimo e indiferente, convive sorteando suertes y tan idéntico como perruno bien peruano.


(colaboración de Madujoint)

martes, mayo 09, 2006

La Naturaleza orinando

Viajando por el Perú se pueden conocer lugares muy exóticos como este:

sábado, mayo 06, 2006

The Fucking Mouse

martes, mayo 02, 2006

Cultura Combi (f.S XX-c.S XXI)


Vehículo de transporte público. Extremadamente masivo, extremadamente nocivo, y totalmente prensado. Al volante, un chofer neurótico, sudoroso y con bocinazo a dos manos. A todo volumen, el siki siki de Euforia, tintineando en foquitos de neón.

El cobrador, bien barrio, con uñas negras, las ropas huecas de cochinas, tremendo vocinglero, y con sus esperanzas que se le vuelan con el aire, medio cuerpo afuera y, habla vas habla vas, llama a sus pasajeros, con silbido atorrante y haciéndolos correr más de media calle.

El pequeño vehículo avanza siempre a toda velocidad, vuelta y esquiva, cierra, pisa, se mete, entromete, entre baches y terrales, sopas, se pasan todas las luces rojas, y si los paran, clásica, un sencillo entre los documentos y la congraciada sonrisa cariada.

Bajo el retrovisor, la Sarita, un disco colgando y un rosario de pelotero. Por detrás, en memoria de mi madre, y un humazo negro del escape...

(Colaboración de Madujoint. Foto: reportero ciudadano El Comercio)